Jan 09, 2025
Este artículo fue producido en colaboración con ProPublica a través de su Local Reporting Network (Red de Reportajes Locales). Suscríbase a nuestro boletín para recibir noticias como esta tan pronto como se publiquen. En diciembre de 2021, Melissa Anderson estaba tratando de ponerle un abrigo a su escurridiza hija de 2 años cuando oyó a los vecinos gritar: “¡Ya viene para acá!” Anderson se dio cuenta de inmediato de lo que estaba pasando. La compañía remolcadora que rondaba con regularidad su complejo de apartamentos en Hamden, Connecticut, había regresado y se había fijado en su recién comprado Dodge Neon 1998. Bajó corriendo las escaleras, solo para ver que una grúa de MyHoopty.com se llevaba su auto.  El permiso temporal de estacionamiento del complejo de apartamentos se había vencido. Había intentado obtener una prórroga porque faltaban dos días para su cita con el Departamento de Vehículos Motorizados (Department of Motor Vehicles, DMV) para registrar el auto. Pero dijo que los administradores de los apartamentos se rehusaron a dárselo. “Solo subí para ponerle la chaqueta a la bebé”, dijo Anderson. “No pasaron ni cinco minutos, pero mi auto ya no estaba”. Nunca volvió a verlo.  Exactamente 15 días después, cuando Anderson se dio cuenta de que no tenía dinero para pagar la creciente factura, MyHoopty aprovechó una ley estatal disponible para las compañías remolcadoras que es poco conocida y envió un formulario al Departamento de Vehículos Motorizados de Connecticut para vender el auto de Anderson.  En el formulario que MyHoopty presentó, escribieron que el Dodge valía $600, la mitad de lo que Anderson había pagado por él menos de tres meses antes. Según los expedientes del Departamento de Vehículos Motorizados, la solicitud de MyHoopty para vender el auto se aprobó rápidamente. Lo que le ocurrió a Anderson es un ejemplo de la forma en que las leyes de Connecticut favorecen a las compañías remolcadoras a costa de los residentes de bajos ingresos. El plazo de Connecticut para que los remolcadores vendan los vehículos de las personas es uno de los más cortos del país, con tan solo 15 días si se determina que el valor es de $1,500 o menos. Solo hay dos estados, Iowa y Carolina del Norte, que tienen plazos más cortos. Massachusetts, Nueva York y Rhode Island requieren por lo menos 60 días, lo cual permite que los propietarios tengan más tiempo para reclamar sus vehículos. El Dodge Neon de Melissa Anderson fue remolcado de su complejo de apartamentos en diciembre de 2021. Nunca volvió a verlo Credit: Shahrzad Rasekh The Connecticut Mirror y ProPublica revisaron miles de los formularios que los remolcadores envían solicitando permiso al Departamento de Vehículos Motorizados para vender los vehículos de las personas. Muchos de los casos no empezaron con multas de estacionamiento, accidentes ni intervención de la policía. En lugar de eso, remolcaron los vehículos por no cumplir con las reglas de estacionamiento de sus complejos de apartamentos. Los gastos de remolque y almacenamiento pueden acumularse rápidamente a llegar a sumar varios cientos de dólares. Además, una vez que se llevan los vehículos, algunas compañías remolcadoras dificultan su devolución. Algunos solo aceptan efectivo. Otros se niegan a entregar los vehículos a menos que estén registrados a nombre de la persona, incluso si esa persona compró el vehículo recientemente y todavía no tiene obligación de registrarlo.  En algunos casos, el plazo de 15 días puede ser más corto que lo que toma obtener una cita para registrar el vehículo en el Departamento de Vehículos Motorizados, y es mucho más corto que lo que se requiere para tramitar una denuncia que impugne la legitimidad del remolque. Cuando se venden los vehículos, los propietarios quedan de nuevo en desventaja. Según las leyes de Connecticut, las compañías remolcadoras tienen la obligación de retener durante un año lo que recaudaron para que los propietarios puedan reclamar el dinero. Después de ese periodo, las compañías remolcadoras deben restar los cargos por almacenamiento y entregar los fondos restantes al estado. Sin embargo, el Departamento de Vehículos Motorizados nunca ha establecido un proceso para que los remolcadores envíen el dinero, y la oficina del tesorero del estado dijo que no tiene constancia de haber recibido dinero por la venta de ningún vehículo remolcado. Cómo perder un auto en 15 días Connecticut tiene una ley que permite que las compañías remolcadoras vendan los vehículos de las personas después de 15 días si el remolcador considera que el valor del auto es de $1,500 o menos. Credit: Anuj Shrestha / Special to ProPublica Si un vehículo remolcado no se reclama en 48 horas, el remolcador debe notificarle al propietario por correo certificado que tiene intención de venderlo. Credit: Anuj Shrestha / Special to ProPublica Los remolcadores pueden cobrar hasta $125, más $5.65 por milla. Con las cuotas diarias por almacenamiento, los cargos pueden acumularse rápidamente y sumar cientos de dólares. Si el propietario no paga, el remolcador puede avisarle al Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) que tiene intención de vender el vehículo. Credit: Anuj Shrestha / Special to ProPublica Muchas compañías remolcadoras solo aceptan dinero en efectivo y no abren los fines de semana, lo cual puede dificultar la recuperación de los vehículos. Algunos remolcadores no entregan los autos si los propietarios no muestran evidencia de que están registrados, aunque muestren el título y la factura de compra. Credit: Anuj Shrestha / Special to ProPublica El requisito de mostrar el registro puede causarles problemas a las personas que acaban de comprar un vehículo y aún no han tenido que registrarlo, ya que podrían tardar semanas en conseguir una cita en el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV). Así que, a pesar de seguir las r Credit: Anuj Shrestha / Special to ProPublica Si el vehículo vale menos de $1,500, la compañía remolcadora puede venderlo o deshuesarlo después de 15 días. Si vale más, los remolcadores deben esperar 45 días y venderlo en subasta pública. Credit: Anuj Shrestha / Special to ProPublica Las compañías remolcadoras deben conservar lo recaudado durante un año para que el propietario del vehículo pueda reclamar el dinero. Los remolcadores dicen que rara vez hay ganancias después de deducir los gastos de remolque y almacenamiento. Sin embargo, descubrimos que algunos remolcadores devalúan los vehículos y luego los venden más caros. Credit: Anuj Shrestha / Special to ProPublica Se supone que los fondos que quedan de la venta se entregan al estado. Sin embargo, el Departamento de Vehículos Motorizados nunca ha establecido un proceso para los remolcadores. Además, el tesorero del estado dijo que nunca se han depositado fondos en la cuenta de propiedades no reclamadas. Credit: Anuj Shrestha / Special ProPublica Nos interesa saber qué obstáculos encontró para recuperar su vehículo y si la compañía remolcadora siguió los pasos requeridos. Comparta aquí sus experiencias con nosotros. (Anuj Shrestha, especial para ProPublica) Credit: Anuj Shrestha / Special to ProPublica Ese es el sistema al que se enfrentó Anderson mientras peleaba con MyHoopty y buscaba la ayuda del Departamento de Vehículos Motorizados. “Vivimos al día y se acercaba Navidad, así que no podíamos permitirnos tratar de recuperar el auto”, dijo Anderson.  Michael Festa, propietario de MyHoopty, dijo que simplemente está cumpliendo la ley, en la cual se permite los dueños de las propiedades retiren los vehículos que violen las reglas. En una respuesta por correo electrónico a preguntas que se le enviaron por escrito, Festa dijo que nunca le ha entregado dinero al estado porque lo recaudado nunca ha satisfecho la factura del remolque y almacenamiento.  La mayoría de los vehículos están “en grave estado de deterioro mecánico y estructural”, agregó. “Cualquier vehículo de cualquier valor es recuperado por su propietario registrado o la institución prestamista”.  Ha sido difícil determinar con exactitud a cuántos residentes de Connecticut afecta este sistema porque el Departamento de Vehículos Motorizados ha tardado en proporcionar información. The CT Mirror solicitó los formularios del Departamento de Vehículos Motorizados hace dos años y medio, de conformidad con la Ley de Libertad de Información del estado. Los funcionarios de la dependencia dijeron inicialmente que la solicitud costaría $47,000, pero redujeron el costo después de que intervino el representante legal de The CT Mirror. Sin embargo, el Departamento de Vehículos Motorizados aún no ha presentado todos los formularios. Se supone que el Departamento de Vehículos Motorizados revisa cada formulario y registra el valor contable del vehículo en la esquina superior derecha del formulario, lo cual garantiza que las compañías remolcadoras no subvaloren los vehículos y los vendan más rápido. Si un auto vale más de $1,500, los remolcadores tienen que esperar 45 días. Los valores contables superan regularmente las estimaciones de los remolcadores. Sin embargo, más de la mitad de los aproximadamente 4,200 formularios que The CT Mirror y ProPublica han recibido hasta ahora muestran que la compañía remolcadora solicitó vender el vehículo citando la regla de los 15 días. En casi 700 de esos casos, la compañía pidió vender el vehículo en un plazo de tres semanas. El Comisionado del Departamento de Vehículos Motorizados, Tony Guerrera, dijo en una declaración por escrito que cree que el periodo de 15 días “logra el equilibrio adecuado para los consumidores y los remolcadores”, ya que protege los derechos de los conductores y al mismo tiempo garantiza que los vehículos no “permanezcan en las propiedades de las compañías remolcadoras durante meses, acumulando grandes cargos por almacenamiento”. Los funcionarios del Departamento de Vehículos Motorizados dijeron que los formularios de los remolcadores se revisan rigurosamente y que se les pide documentación adicional cuando su estimación difiere mucho del valor contable. También dijeron que la cuota inicial de $47,000 por los expedientes fue “un error” y que la solicitud ha llevado tiempo porque tienen que eliminar información de miles de documentos manualmente. El diputado estatal Roland Lemar, demócrata de New Haven, quien copreside el Comité de Transporte de la legislatura, dijo que los legisladores deben examinar el umbral de los 15 días y otras prácticas de remolque en la próxima sesión legislativa. “Se están produciendo abusos evidentes contra los residentes de todo Connecticut, y los afectados son personas de escasos recursos económicos de quienes no se puede esperar que logren acceso a esas cantidades de dinero en efectivo en un plazo tan breve”, dijo Lemar, quien en el próximo periodo de sesiones presidirá el Comité de Derecho General, el cual supervisa la protección de los consumidores. “Es necesario que haya una reforma en el Departamento de Vehículos Motorizados, pero pienso que también hay problemas claros y obvios respecto a la protección de los consumidores”. “Alguien va a salir herido” La ley de remolque de Connecticut se aprobó inicialmente en 1921 con buenas intenciones: a medida que aumentaba la cantidad de propietarios, más abandonaban sus vehículos, y los municipios necesitaban una forma de sacarlos de las calles.  A medida que aumentaba la cantidad de propietarios de automóviles debido al desarrollo de las autopistas y los suburbios, en la década de 1960 los legisladores estatales aumentaron las sanciones por abandono de vehículos y facilitaron su venta por parte de las compañías remolcadoras.  Antes de esos ajustes, los remolcadores tenían que almacenar los vehículos durante 90 días. Si nadie los reclamaba, tenían la obligación de notificarles a los propietarios la intención de venderlos por correo certificado y anunciarlo tres veces en el periódico. En 1963, la legislatura decidió permitir la venta en un plazo de 30 días si el vehículo valía $35 o menos, unos $360 en la actualidad. En 1987, los legisladores redujeron ese plazo a la mitad, 15 días, para los vehículos que entonces valían menos de $500. Los funcionarios de la policía local dijeron en audiencias públicas que había tantos vehículos chatarra que ni siquiera los deshuesaderos locales los querían, y que la reducción del plazo ayudaría a las ciudades a deshacerse más rápidamente de los vehículos abandonados. Cómo se comparan las leyes de remolque de Connecticut con las de los estados cercanos El estado tiene el menor plazo antes de vender entre los estados del noreste. Nota: en Connecticut, New Hampshire y Nueva York, el plazo varía en función de la antigüedad o el valor del vehículo. Maryland tiene un plazo diferente para Baltimore (Lucas Waldron/ProPublica). Sin embargo, la medida enfrentó cierta resistencia. El senador estatal Thomas Upson, republicano de Waterbury, cuestionó si la nueva ley infringiría el debido proceso, ya que no ofrecía recursos suficientes para que los conductores impugnaran un remolque. Aun así, la medida se aprobó fácilmente. Los legisladores siguieron tomando medidas enérgicas contra los vehículos abandonados durante la década de 1990. Expandieron la capacidad de las compañías remolcadoras para retirar vehículos de lotes privados donde los residentes y los propietarios se quejaban de que las personas se estacionaban sin permiso, y redujeron a 45 días el plazo tras el cual podían venderse los vehículos más caros. Pero a finales de la década de 1990, los legisladores empezaron a reconocer los efectos que tenían las políticas de remolque en las personas de bajos ingresos.  “He visto que remolcan un vehículo durante la noche y la gente no puede pagar uno o dos días de cargos, y cada día que intentan reunir el dinero para sacarlo, no pueden hacerlo porque ahora tienen que decidir si pagar el alquiler, la comida, el médico o rescato mi auto”, dijo el representante Richard Tulisano, demócrata de Rocky Hill, durante un debate en la Cámara en 1998. “Alguien va a salir herido”. Sin embargo, en lugar de hacer caso a la advertencia de Tulisano, al año siguiente, a raíz de la preocupación por el estacionamiento de los dueños de propiedades, los legisladores expandieron la cantidad de vehículos que podían venderse en 15 días al elevar el umbral de $500 a $1,500. Timothy Vibert, presidente de Towing & Recovery Professionals of Connecticut, defendió el sector, señalando que en muchos casos los vehículos son remolcados porque los propietarios han estado eludiendo la ley al conducir sin registro ni seguro. Así que no intentan recuperar sus vehículos remolcados porque no pueden pagar las cuotas de remolque o el costo de tener un auto. “No estoy robando vehículos”, dijo. “Estoy retirando los que están estacionados ilegalmente, ya sea de conformidad con la ley o con las reglas del condominio”. La mayoría de las quejas, dijo, se relacionan con lo que en la industria se conoce como “remolque sin autorización”, que es cuando las compañías remolcan en lotes privados en lugar de hacerlo en respuesta a paradas de la policía y accidentes. Algunas compañías tienen contratos con complejos de apartamentos y viviendas sociales para buscar en sus lotes vehículos que no pertenezcan a los residentes o que infrinjan otras reglas, como no estacionarse en los lugares que les corresponden. Una compañía grande dedicada al remolque sin autorización en Connecticut, la cual ha enfrentado escrutinio, es MyHoopty, cuya sede está en Watertown, una pequeña ciudad al noroeste de New Haven. Desde 2022, la policía de Watertown ha respondido a 87 quejas de personas que han acudido a MyHoopty. La mayoría dijo que no pudo recuperar su vehículo o que les estaban cobrando de más.  En un incidente ocurrido el pasado enero, la policía amenazó con acusar a Festa de cometer robo cuando este se negó a entregarle un vehículo a su propietario. El video de la cámara corporal muestra que la mujer le presentó a Festa el título de propiedad y la factura de venta y le pidió que le permitiera remolcarlo fuera de su lote. Festa le dijo a la policía que no podía entregarle el vehículo hasta que ella demostrara que estaba registrado a su nombre.  El departamento de policía no cumplió su amenaza. Festa dijo que MyHoopty “hace su mejor esfuerzo” por ayudar a los clientes a recuperar sus vehículos. “Entendemos que el hecho de que la grúa se lleve un vehículo sin consentimiento puede hacer que la persona se sienta perturbada, y algunos pueden incluso percibirlo como un robo”, escribió en un correo electrónico. La compañía proporciona varios recursos, dijo, “a fin de asegurar un proceso fluido y eficaz para la recuperación de los vehículos”. Desde 2022, la policía ha respondido a 87 denuncias de personas que acudieron a la compañía remolcadora MyHoopty.com de Watertown (Connecticut). La mayoría dijo que no pudo recuperar su vehículo o que les estaban cobrando de más. Credit: Shahrzad Rasekh Festa, que lleva su propia cámara corporal como “medida adicional de seguridad”, ha demandado a la policía en dos ocasiones ante tribunales estatales en los últimos años, después de que las quejas llevaron al departamento a tomar la rara medida de retirar a MyHoopty de una lista de compañías remolcadoras a las que llaman en caso de accidentes y paradas de la policía. Una demanda fue desestimada. En la otra se acusa a los funcionarios de Watertown de lanzar una “campaña de persecución” contra Festa. El jefe de policía de Watertown, Joshua Bernegger, declinó hacer comentarios acerca de MyHoopty citando el litigio, y la ciudad le pidió al juez que desestimara la demanda. Sin embargo, Bernegger dijo que por lo general, aunque “muchas compañías remolcadoras honestas” realizan “servicios públicos cruciales” en un entorno peligroso, “hay, sin embargo, algunas compañías remolcadoras que están operando al margen de una ley muy ambigua”.  Festa también se ha enfrentado a críticas a nivel estatal. A finales de 2022, Festa dirigió un esfuerzo con otros remolcadores y la asociación de remolcadores para hacer que el Departamento de Vehículos Motorizados aumentara las tarifas de remolque, argumentando en una audiencia de dicho departamento que todos los gastos habían aumentado, desde el seguro de las grúas hasta la indemnización de los trabajadores. El Departamento de Vehículos Motorizados aprobó un aumento modesto, pero la audiencia también ofreció la oportunidad para que varias personas, entre ellas Anderson, se quejaran de que MyHoopty se negaba a devolverles sus vehículos. En respuesta a estas preocupaciones, Lemar propuso un proyecto de ley para requerir que las compañías remolcadoras les den a los conductores un aviso 24 horas antes de remolcar sus vehículos y que acepten múltiples métodos de pago, incluidas las tarjetas de crédito. El proyecto de ley fue aprobado por el comité, pero ante la feroz oposición de los remolcadores y los administradores de propiedades, no se presentó ante el pleno de la Cámara. La regla de los 15 días no formó parte de esa legislación. Las quejas ante el Departamento de Vehículos Motorizados no llevan a nada En algunos casos, las leyes de Connecticut y los procesos del Departamento de Vehículos Motorizados hacen que sea más difícil para las personas recuperar sus vehículos una vez que son remolcados. Y para las personas de bajos ingresos, las consecuencias de la venta de su vehículo pueden ir mucho más allá del costo del vehículo. Después de que remolcaron su Dodge Neon, Anderson le suplicó a MyHoopty que liberara su auto. Les dijo que tenía la factura de venta, el título y prueba del seguro y que iba a ir al Departamento de Vehículos Motorizados en dos días. Pero Anderson informó que Festa le dijo que no era problema suyo; que no le entregaría el auto hasta que estuviera registrado. Es así como las personas de bajos ingresos pueden quedar atrapadas. La ley dice que las compañías remolcadoras deberán entregar los vehículos a sus propietarios una vez que paguen las cuotas y presenten prueba del registro. Pero hay otra ley que parece estar en conflicto con eso: el Departamento de Vehículos Motorizados permite hasta tres meses para que los conductores registren los vehículos comprados fuera del estado. Y en el caso de las ventas privadas en Connecticut, el Departamento de Vehículos Motorizados dice que no hay fecha límite. Así que la gente puede tener problemas incluso si siguen las reglas del Departamento de Vehículos Motorizados. Como Anderson compró su auto en una venta privada, no recibió las placas temporales que suelen proporcionar los concesionarios. En lugar de eso, tuvo que pedir una cita en el Departamento de Vehículos Motorizados, que en ese tiempo tardaba semanas para conseguirse, o acudir a un concesionario autorizado, lo cual supone un costo adicional.  Además, para Anderson era difícil llegar al lote de MyHoopty, que estaba a 40 minutos en auto de su apartamento. Dijo que un día, una persona que contestó al teléfono le dijo: “De todas formas estás perdiendo el tiempo viniendo aquí, con todas las cuotas y todo, no vas a recuperar tu auto, cariño”. Rachel Massaro presentó una denuncia ante el Departamento de Vehículos Motorizados de Connecticut después de que la grúa se llevó el auto que había comprado dos días antes. Massaro pagó $3,000, pero la compañía remolcadora le dijo al Departamento de Vehículos Motorizados que solo valía $600 Credit: Shahrzad Rasekh Anderson dijo que su esposo perdió el trabajo poco después de que remolcaron el auto porque no siempre conseguía que alguien lo llevara y para ir de Hamden al restaurante en el que trabajaba en Milford tardaba más de una hora en varios autobuses. Para empeorar las cosas, dijo Anderson, en el auto estaban todos los utensilios de chef de su esposo, incluidos los cuchillos que le habían regalado en la escuela culinaria, cuyo valor estima en más de $1,000 dólares.  Después de enterarse de sus derechos a través de un sindicato de inquilinos, Anderson presentó una denuncia ante el Departamento de Vehículos Motorizados a principios de 2023. En una carta de tres páginas, escribió: “Es posible que para algunos sea solo un auto, pero para mi familia representa la cordura, la tranquilidad que MyHoopty nos robó”. Los expedientes del Departamento de Vehículos Motorizados muestran que MyHoopty vendió su auto a un deshuesadero de Waterbury por $800 menos de dos meses después de remolcarlo desde su complejo de apartamentos. Anderson dijo que nunca les devolvieron los utensilios de chef de su esposo. Festa no quiso hacer comentarios sobre casos específicos como el de Anderson, pero dijo que los empleados de MyHoopty “se toman muy en serio el manejo y la devolución de objetos personales”, documentando cada paso del proceso de remolque y “permitiendo que los clientes recuperen todas las pertenencias de sus vehículos”. The CT Mirror y ProPublica entrevistaron a docenas de personas en todo el estado cuyos vehículos fueron vendidos después de ser remolcados. Al igual que Anderson, dijeron que sus quejas ante el Departamento de Vehículos Motorizados no llegaron a ninguna parte. Esto no parece ser inusual. Entre 2021 y 2023, el Departamento de Vehículos Motorizados llevó a cabo 17 investigaciones sobre quejas de conductores que acusaron a MyHoopty de facturas exorbitantes y razones cuestionables para remolcar sus vehículos, según los expedientes obtenidos por The CT Mirror y ProPublica.  Sin embargo, la mayoría de los casos terminaron sin que se tomaran medidas, según muestran los expedientes. La ley permite que las compañías remolcadoras vendan los vehículos de las personas y no ofrece a los propietarios un proceso rápido para impugnar una remolcada. El Departamento de Vehículos Motorizados tiene el poder de imponer multas de hasta $1,000 o suspender o revocar las licencias de las compañías y, en algunos casos, el departamento ha impuesto una infracción por cobrar de más en una factura de grúa, el equivalente legal de una multa por exceso de velocidad. Guerrera dijo que la agencia quiere asegurarse de que todos se rijan por las mismas reglas. “Si recibimos quejas, investigamos y nos adherimos a los estatutos que nos permiten hacer cosas respecto a sanciones o lo que sea”, dijo. “Si se trata de una queja formal, la investigamos y, si descubrimos que hay algo que no está bien, entonces hacemos que cumplan la ley”. Guerrera y otros funcionarios del Departamento de Vehículos Motorizados dijeron que las compañías remolcadoras podrían ser acusadas de presentar una declaración falsa por mentir en los formularios, aunque reconocieron que no recuerdan ningún caso en que eso haya ocurrido.  Rachel Massaro presentó una denuncia contra MyHoopty después de que la compañía remolcó su Honda Civic 2004 desde su casa adosada en Seramonte Estates, en Hamden, en 2021. Sin embargo, el Departamento de Vehículos Motorizados no encontró ninguna infracción. Massaro acababa de comprar el auto por $3,000 dos días antes. Lo llevó a casa ese fin de semana y dijo que el administrador de la propiedad le había dicho que no podía obtener un permiso temporal hasta el lunes.  “Me dijo que, si me estacionaba, tenía que hacerlo donde se estacionaban los visitantes”, dijo Massaro. “Así lo hice y aun así lo remolcaron”. Massaro dijo que MyHoopty le informó que le costaría más de $700 recuperar su auto. Las reglas estatales permiten que las compañías cobren $125 más $5.65 por milla por un remolque, y las cuotas diarias de almacenamiento oscilan entre $23 y $37. “Les dije que acababa de comprar el auto y que no podía gastar más dinero. Él quería $740”, informó Massaro, “y me dijo: ‘No sé qué decirte, cariño’” MyHoopty presentó el formulario, en el que solicitó permiso para vender el auto ante el Departamento de Vehículos Motorizados, 17 días después de remolcar el vehículo de Massaro. En el formulario, la compañía indicó que el valor del auto era de solo $600.  La razón de esto fue que no había llave para ver qué tan bien funcionaba el vehículo. Esa fue la misma explicación que MyHoopty dio al Departamento de Vehículos Motorizados por el precio del auto de Anderson. Massaro dijo que el auto valía mucho más y que MyHoopty sabía que ella tenía la llave. “Les pedí que me dejaran entrar y por lo menos sacar mis cosas de ahí”, dijo. “Me dijeron que hasta que no pagara esa cuota, no podía hacerlo”. Massaro nunca recuperó los zapatos y la ropa que acababa de comprar en TJ Maxx. El Honda también lo vendieron a un distribuidor de salvamento de Waterbury por $800, según los expedientes del Departamento de Vehículos Motorizados. Massaro lloró cuando vio una copia del formulario del Departamento de Vehículos Motorizados en la que se mostraba que su auto había sido deshuesado. “Es un abuso de poder que ejercen sobre las personas que saben que no pueden pagar las cuotas", afirmó Massaro. Según la ley, cuando una compañía remolcadora retira un vehículo de una propiedad privada, debe informarle a la policía local en un plazo de dos horas. La ley está pensada para que la policía no confunda los autos robados con los remolcados. Hamden es una ciudad de 60,000 habitantes. Sin embargo, los expedientes de llamadas del departamento de policía muestran que, desde enero de 2022 hasta junio de 2024, más de la mitad de las 1,082 remolcadas de la dependencia fueron de Seramonte Estates, donde MyHoopty tenía un contrato para remolcar vehículos. Por ley se requiere que las compañías remolcadoras envíen una carta certificada al propietario registrado del vehículo informándole que lo van a vender. Varias personas, sin embargo, dijeron que nunca les avisaron. Abdul-Basit Ajia estudiaba administración de empresas y jugaba al baloncesto en la Universidad Post de Waterbury en abril de 2023 cuando alguien rompió el vidrio de la ventanilla de su Toyota Avalon en el estacionamiento de su complejo de apartamentos y dañó el volante y la palanca de cambios. Denunció el robo a la policía y dejó el auto estacionado hasta que tuviera dinero para hacer las reparaciones necesarias para llevárselo a casa, en Rhode Island. Ajia dijo que no supo que se había vendido hasta que un periodista le llamó para preguntarle qué había pasado. Agregó que nunca recibió ningún aviso del estado ni de la compañía remolcadora, Durable Radiator & Autobody, sobre la solicitud de venta del auto.  En los expedientes del Departamento de Vehículos Motorizados figura la dirección de la madre de Ajia en Rhode Island, pero él dijo que ahí tampoco llegó ningún aviso.  Durable Radiator no quiso hacer comentarios y remitió las preguntas a la asociación de remolcadores de Waterbury, que no devolvió las llamadas ni los correos electrónicos. Ajia dijo que la falta de transporte al terminar la universidad provocó que fuera económicamente más difícil iniciar su carrera. Aún no ha podido comprarse otro vehículo y alquila uno de su tío. “Necesitas un auto para casi todo”, dijo. “Así que realmente tuve dificultades, incluso para encontrar un trabajo”.
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