Por MIKE SCHNEIDER ST. AUGUSTINE, Florida, EE.UU. (AP) — Lori Matthias y su esposo se habían cansado del tráfico de Atlanta cuando se mudaron a St. Augustine, Florida, en 2023. Para Mike Waldron y su esposa, el mudarse del área de Boston en 2020 a un lugar que se autodenomina “la ciudad más antigua de la nación” fue motivado por el deseo de estar más cerca de sus hijos adultos. Ellos estan entre miles de trabajadores de cuello blanco que trabajan de forma remota y que emigraron al área de St. Augustine en los últimos años, transformando la turística ciudad costera en uno de los principales centros de trabajo remoto en Estados Unidos. Matthias se enamoró del ambiente de pueblo pequeño de St. Augustine, y cambió el viaje de una hora para ir a trabajar que tenía que hacer a diario en Atlanta por el toparse con amigos y conocidos mientras va de compras. “Todo el ritmo aquí es más lento y eso me atrae”, expresó Matthias, quien labora en ventas y mercadotecnia para una empresa de herramientas eléctricas. “Mi trayecto diario a trabajar es como de 30 pasos desde mi cocina hasta mi oficina. Es simplemente diferente. Es relajado y amigable”. Siglos antes de convertirse en un centro de trabajo remoto, el área de St. Augustine fue reclamada por la corona española en el siglo XVI tras la llegada del explorador Juan Ponce de León. En tiempos modernos, es mejor conocida por su arquitectura española de techos de teja y puertas con arco, tranvías turísticos, un fuerte histórico, una granja de caimanes, faros para la navegación y un museo de naufragios. Un incremento poblacional impulsado por la pandemia de COVID-19 En el condado St. Johns, donde se encuentra St. Augustine, el porcentaje de trabajadores que realizaban sus labores desde casa casi se triplicó del 8,6% en 2018 a cerca del 24% en 2023, con lo que este condado del noreste de Florida se ubicó entre los primeros lugares de los condados de Estados Unidos con la mayor proporción de personas que laboran a distancia, según cifras de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Sólo los condados con una fuerte presencia de trabajadores de tecnología, finanzas y gobierno en las áreas metropolitanas de Washington, Atlanta, Austin, Charlotte y Dallas, así como dos condados en el llamado Triángulo de Investigación de Carolina del Norte, tenían una mayor proporción de su fuerza laboral trabajando desde casa. Pero estos eran condados mucho más poblados que los 335.000 residentes en el condado St. Johns, que ha crecido más de una quinta parte durante esta década. Scott Maynard, vicepresidente de desarrollo económico de la cámara de comercio del condado, atribuye la afluencia inicial de nuevos residentes al hecho de que, en otoño de 2020, Florida levantó las restricciones a negocios y escuelas por el COVID-19, mientras gran parte del país permanecía con un cierre en prácticamente todas las actividades públicas. “Mucha gente se estaba mudando aquí desde el noreste, la region centro-norte y California para que sus hijos pudieran volver a tener una educación presencial”, comentó Maynard. “Eso trajo a una cantidad tremenda de personas que tenían la capacidad de trabajar de forma remota y querían que sus hijos volvieran a una situación escolar presencial”. Las escuelas públicas en el condado St. Johns son de las mejores de Florida, según un informe anual del Departamento de Educación del estado. La creciente popularidad tiene un precio La afluencia de nuevos residentes ha traído consigo dolores de crecimiento, particularmente en lo que respecta a la vivienda asequible, ya que muchos de los nuevos trabajadores remotos que se mudan al área tienen una mejor posición económica que los locales y pueden superarlos en las ofertas por las casas, señalaron autoridades. Muchos trabajadores esenciales como policías, bomberos y maestros se han visto obligados a tener que viajar a diario desde fuera del condado St. Johns debido al aumento de los costos de la vivienda. El precio promedio de una casa creció de 405.000 dólares en 2019 a casi 535.000 en 2023, según cifras de la Oficina del Censo, lo cual hace que adquirir una casa esté aún más fuera del alcance de los trabajadores esenciales del condado. Este tipo de trabajadores necesitarían ganar al menos 180.000 dólares anuales para poder pagar el precio medio de una casa en el condado St. Johns, pero un maestro tiene un salario promedio de aproximadamente 48.000 dólares, y un policía gana unos 58.000 en promedio, según un análisis de la cámara de comercio local. “Lo que sucedió fue que muchas de las personas, especialmente las que venían del norte, pudieron vender sus casas por un valor muy alto y venir aquí y simplemente pagar en efectivo, ya que esto les parecía asequible”, señaló Aliyah Meyer, investigadora económica de la cámara de comercio. “Así que infló un poco el mercado y puso un poco de restricción a los residentes locales”. Waldron, un ejecutivo de ventas en el sector de la salud, pudo vender su casa en Boston en el apogeo de la pandemia y comprar una vivienda de tres habitaciones y dos baños en un vecindario de acceso restringido junto a un campo de golf afuera de St. Augustine, donde “las cosas realmente resultaron ser menos costosas aquí”. La flexibilidad que ofrece el internet inalámbrico rápido y la popularidad de las plataformas de reuniones en línea desde que comenzó la pandemia también ayudaron. “Si todavía estuviera encerrado en una oficina, no habría podido mudarme acá al sur”, manifestó Waldron. ___ Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa. ...read more read less